Hace muchos años, unos albañiles que estaban en la Venta se encontraron unos jarrones que contenían oro. El jefe de los albañiles los escondió detrás de unas plantas. Siguieron cavando y se encontraron otras jarras que tenían mirra.
Luego les dijo a los hombres que se fueran a almorzar a sus casas. El jefe, que se había quedado en la obra, se llevó los jarrones y los escondió en el patio de su casa.
Por la noche hubo una tormenta y el agua se llevó arrastrando las jarras hasta el pantano Amadorio, hasta una casa que había allí, y la gente cree que las jarras están debajo de la casa.
Autor: Aitor (alumno de primaria del C. P. Vicente Lino Ferrándiz).