El nacimiento de la fotografía, aproximadamente a mediados del siglo XIX, supuso una verdadera revolución tecnológica que tuvo su inmediata aplicación en las ciencias y en las artes. Una técnica que no ha dejado de evolucionar y popularizarse a ritmo vertiginoso hasta nuestros días, inmersos ya en la era digital.
Desde aquel mismo momento, la fotografía constituirá una nueva vía de transmisión y conservación del conocimiento a través de las imágenes, convirtiéndose en una fuente documental insustituible, que aporta a la investigación valiosa información de toda índole.
En consecuencia, las diferentes instituciones culturales dedicadas a la salvaguarda del patrimonio (archivos, bibliotecas y centros de documentación fundamentalmente), están incorporando en sus fondos este tipo de materiales, llamados “especiales”, que requieren de un tratamiento específico de almacenamiento para su conservación y posterior recuperación (registro, clasificación, descripción, etc.), y la cada vez más indispensable automatización y digitalización de las colecciones.
Si bien cada vez existe una mayor concienciación social del valor del patrimonio fotográfico, éste sigue presentando una problemática específica, derivada fundamentalmente de la fragilidad a las agresiones medioambientales de los materiales de soporte, que lo hace muy vulnerable y susceptible de desaparecer en breve espacio de tiempo, si no se establecen las medidas y los recursos oportunos (materiales, económicos, humanos…).
Conscientes de dicha problemática, el Archivo Histórico Municipal de Orxeta, desde el año 2005, está inmerso en una ingente labor de captación, clasificación y ordenación de todo el material fotográfico referente al municipio, proveniente tanto de los acervos generados por el propio Ayuntamiento, como de la digitalización de colecciones locales privadas.
Con esta propuesta pretendemos dar un paso más en la recuperación, preservación y conservación de nuestra memoria colectiva.
