Es sobre todo de época medieval cuando disponemos de numerosas referencias a Orxeta en textos históricos, además de abundantes testimonios materiales recuperados gracias a las intervenciones arqueológicas realizadas en los últimos años.
Orxeta, no cabe duda, fue durante buena parte de su historia lugar de moriscos. Su prosperidad quedó manifiesta en su crecimiento demográfico, que pasó de las 275 almas de la población morisca de 1563 a las 800 de 1602. Este crecimiento se interrumpió bajo el reinado de Felipe III, en 1609, por la expulsión de los moriscos, que supuso la pérdida del 71,8 % de su población, viéndose reducida a los 225 habitantes. No obstante, el municipio no parece participar las revueltas y levantamientos que se produjeron en la comarca, gracias a la labor del Comendador Jerónimo Ferrer para mantener la obediencia. Fue por este motivo, por el que Felipe III, concedió tras la expulsión, a la Encomienda de la Orden de Santiago y a sus Comendadores la posesión de las tierras que antes habían pertenecido a los moriscos de Orxeta, dentro de la demarcación de Villajoyosa.
No siempre fue así. La Carta Puebla de La Vila Joiosa del 8 de mayo de 1300 promulgada por Bernat de Sarriá y redactada por el notario público Domingo Bassa en Barcelona, de la que se conocen copias posteriores, hace referencia a la fundación de la Vila Joiosa dentro del Señorío Territorial de Orechita (Orxeta) y Torres, que fue donado siete años antes por el maestre de la Orden de Santiago, Don Juan de Ozores, al entonces Almirante Bernat de Sarriá. Esta donación de Orxeta y Torres fue contestada por Don Pedro Ferrandes de Hixars, (hijo bastardo de Jaime I), ya que se hallaba dentro de su administración desde 1257. Fallándose el pleito a favor de Don Pedro Ferrandes el 5 de mayo de 1311. Sin embargo, en 1312, Jaime II ordenó la entrega del Señorío de Orxeta al Comendador de Montalbán, y perteneciente a la Orden de Santiago, Artal D’Orta. Algo que tendría que ver con razones de estrategia defensiva, ya que el señorío se encontraba en la frontera suroeste de la Corona de Castilla.
De época almohade ya se conocía el Castillo de Orxeta, popularmente conocido como «Castellet del Moro». Se halla situado en el margen izquierdo del río Sella, sobre un pequeño promontorio, al pie de las estribaciones de la Sierra de Orxeta, y a unos 3,5 Km. del casco urbano, aunque su acceso actual se hace por la urbanización la Bella Orxeta. Sus restos son de planta cuadrangular en dos alzados que aprovechan la fuerte pendiente. Su fábrica es de mampostería ordinaria en la base, encofrado de tapial y alzado de ladrillo en hiladas con zonas en opus incertum. Conserva parte de su albacana semiderruida. El Castellet es nombrado en un texto, depositado en el Archivo Histórico Nacional, donde se cita lo siguiente:
«In dey nomine. Amen. Conoscida cosa sea a todos quantos esta carta vieren, como yo rey Zeyt Abuzeyt, nieto de Almiramamom, fago carta de vendición e de firmidade por siempre mas a vos Don Pelay Perez, Maestre de la Orden de Caballería de Santiago e a vuestrea Orden de suno de los mios castiellos que ay en Aragón, TI Orcheta e Torres, vendévolos e otorgóvoslos libres e quitos…»
Por esta escritura, el señor almohade de Orxeta Zeyt Abu Zeyt, dona el Castillo a la Orden de Santiago. El texto, del que se tiene copia en el Archivo Municipal de Orxeta, fue confirmado por Jaime I en 1257, si bien durante un corto espacio de tiempo fue donado a Tevecino y a su hijo Zahat antes de pasar a la administración de Don Pedro Ferrandis de Hixar.
La importancia de estas tierras en época altomedieval se entiende dentro de la política de fronteras y delimitación de propiedades de los señoríos que han sido el origen de los actuales términos municipales.
Tras la firma del pacto de Almizrra en 1244, donde se describía la frontera entre la corona de Castilla y la de Aragón, y que justo pasaba cerca de estas tierras, en un documento firmado por Jaime I en 1296, se establecían por primera vez los límites del término administrativo feudal de Alicante. En la primera interpretación de este documento, se incluían los municipios de Orxeta y La Vila Joiosa dentro de la demarcación territorial de Alicante. No obstante, tras cotejar el documento con la Carta Puebla de La Vila Joiosa de 1300 y el Pleno de delimitación entre La Vila y Alicante del año 1786, se pudo elaborar un nuevo mapa de delimitación del término que ahora bajaba hasta los términos municipales de El Campello, Aigües, Busot, y por tanto, quedarán fuera de éste los términos referidos de Orxeta, Relleu y La Vila Joiosa.